viernes, abril 06, 2018

Como echo de menos la existencia de cuatro alemanias…


     Como europeo conocedor de la historia, no de las “historietas” fruto de sesudos pacifistas, entreguistas, estulto pijos progres, peronistas, “ppistas, psoistas, (sin la E) y especies afines. Desde que siendo niño, allá por los mediados de los 50s del pasado siglo XX,  visité Alemania por primera vez, puede que influenciado “half and half” por un pro germano y por un pro anglófono, me decanté por los razonamientos del segundo.  Teniendo en cuenta, sobre todo que el viaje de ida lo hicimos a través de Francia, llena de ruinas y de inmensos cementerios, con interminables filas de cruces blancas recién pintadas.

     Sobre el “terreno” de una famosa feria de muestras que se celebraba en el “sector inglés”, pude ver y a mi mentalidad de niño entender, qué y porqué estaban los “Tommies” allí, lo mismo que en los restantes días, hasta los veintiséis que permanecimos, entendí y comprendí la presencia USA. El anciano pro “anglófono del que me acompañaba”, mi adorado Abuelo, me dio todo tipo de explicaciones, incluyendo la presencia del correspondiente regalo realizado a Francia y su sector, en detrimento de lo que les correspondiese a los “bandidos” (siendo muy benigno) de los Rusos.
    De aquel, mi primer contacto con Alemania y con los alemanes y de los comportamientos que solamente los niños y los animales pueden intuir, saqué muy mala impresión. Impresión que fue diluyéndose con el paso de los años, ya que en las sucesivas estancias formativas de finales de los 60s inicios de los 70s en Bélgica y Holanda,  los fines de semana (viernes tarde a domingo) aprovechando lo “barato” (con respecto a nuestro país)  del alquiler de avionetas y servicios aeroportuarios, solíamos desplazarnos a Alemania, llegando un momento dado, que dominábamos todos los “tanzhallen” (“vulgo danzings”) de Bremen y Hamburgo y, en las madrugadas antes de irnos a dormir, las “frituderias” y “salchicherías” de sus estaciones  centrales.

jueves, abril 05, 2018

Trescientos años al servicio de la Armada y por consiguiente a España.3ª Parte.




       Los originales y amplios poderes conferidos al cargo de Intendente General, “decayeron” con Patiño, al pasar este a desempeñar la secretaria (Ministerio) de Marina, de ahí que su sustituto D. Pedro Moreno, quedase afecto y dependiente de dicha secretaría y en gran medida recortadas sus atribuciones. Sin menosprecio a la magna obra de D. José Patiño Rosales, ya apuntada, resumiendo y tratando de centrarme en el Cuerpo creado por él y en su evolución hasta el hoy acrisolado “Cuerpo del Sol, como distintivo y divisas sobre fondo blanco”.
       De antiguo y ahora, con motivo de tan feliz efeméride como la celebración de los trescientos años “abundantes” de su nacimiento, en tal estado de lozanía y capacidad de adaptación a través del tiempo y como no, a la era de la cibernética y de las cooperaciones internacionales. Una vez más me niego a mencionar la palabra “guerra”*(30), queriendo quedarme mal que me pese con el término “polémica”, aunque quizás difiera en cierta medida del “uso” con Saralegui*(31), quien lógicamente involucrado directamente e influenciado por la proximidad temporal a la sucesión de hechos y mediado por la “sombra” de L. Salazar*(32), utilice términos más próximos a la palabra por mi proscrita. El uso del término “prepotencia” aplicado por parte del Cuerpo del Ministerio (los de la “pluma”) al entonces incipiente Cuerpo General (los del “sable”), y posteriormente como arma arrojadiza, de los segundos (los del “sable”) sobre los primeros (los de la “pluma”), me llevaron a una profunda reflexión que se retrotrae en el tiempo a tan lejanas fechas como el inicio de la década de los 70s del pasado siglo: humildemente creo y expongo, que los de la “pluma” debido a la deficiente o nula formación de la gran mayoría de los entonces “oficiales de mar”, contemporáneos al nacimiento del cuerpo logístico – administrativo del Ministerio, no poseían atribuciones; poseían todas las atribuciones. Extremo éste que hace lógico que, a priori, según las circunstancias iban cambiando, los “derechos adquiridos” costase perderlos. Pues moviéndome en principio a conceder la máxima honradez a todos y cada uno de los componentes del Cuerpo del Ministerio, desde el punto de vista militar – social, en el “mundo” y sociedad que les rodeaba, según perdían atribuciones profesionales su estatus social se resentía.

martes, abril 03, 2018

Trescientos años al servicio de la Armada y por consiguiente a España.2ª Parte.




    Con independencia de la Real Cédula de 1709 sobre unificación de las Armadas y flotas, la homónima de 1714, relativa a la unificación de Mandos. El verdadero “nacer” de la Armada española como motor propulsor de una nación que despertaba de un largo letargo, se debe sin duda alguna, al buen hacer de D. José Patiño Rosales*(21). Quien tras los  distintos destinos a él confiados en la administración, su capacidad organizativa y la valía e idoneidad demostrada en el pertrecho y aprovisionamiento de los buques, que intervinieron en la rendición de la plaza de Barcelona, expedición de la reconquista de Mallorca en 1715 y liberación de Corfú a manos del Turco. Consecuencia de la “filosofía Alberoni”, siendo consejero de Órdenes, el 28 de enero de 1717, S.M. Felipe V, le confiere el cargo de  intendente general de Marina, con tan amplios poderes como hasta la fecha nadie había dispuesto: «Don Felipe, por la gracia de Dios, etc. Habiendo tenido por conveniente restablecer la Marina de España y Comercio de Indias, por ser de tanta importancia y bien público, y regular las armadas, flotas y escuadras que más convengan a los referidos fines y a mi real servicio, como al resguardo de mis dilatadas costas marítimas en el Océano y Mediterráneo, y que una de las providencias que para su logro hayan de darse sea la de crear un Ministro que, con el nombre de Intendente general de Marina…»*(22). La difícil e importante tarea a desarrollar, fue lo que en algún momento se denominó “El Proyecto Patiño”: como primera muestra de su buen hacer, no desdeñó, a priori, ninguna de las iniciativas emprendidas por sus predecesores, fundamentando su actuación en organizar y posteriormente desarrollar los elementos de los que se carecía. El orden cronológico seguido en sus actuaciones se hace difícil de establecer, ya que por el incendio del Real Alcázar madrileño, acaecido el día 24 de Diciembre de 1734, y la consiguiente pérdida de toda la documentación de la Secretaría de Estado y despacho de Marina, que en él estaban ubicadas, nos obligan a recurrir a la posible documentación “duplicada” que en cada caso exista, procedente de los antiguos archivos de los Departamentos donde estaba radicada la Intendencia General de Marina. 

domingo, abril 01, 2018

Trescientos años al servicio de la Armada y por consiguiente a España.

    A través del presente blog y en distintas ocasiones me referí explícita o implícitamente a nuestras Gloriosas Fuerzas Armadas, al Benemérito Instituto de la Guardia Civil y al Cuerpo Nacional de Policía, esforzándome en todos los casos, en que mi objetividad quedase al margen de afectos personales y/o “corporacionales”.
 
   Desde las organizaciones sociales más primitivas y primarias, la “administración - contabilidad” están ligadas a la incipiente agricultura, ganadería, comercio y la logística – administración – contabilidad a la guerra; de ahí que  funciones de carácter administrativo - contable las podamos apreciar tanto en las antiguas civilizaciones indo – europeas, como en las amerindias y/o egipcias. Siendo dignos de ver y observar los “asientos” en las tablillas de barro, recuperadas en junio de 2008 de un pecio, en las inmediaciones del área gasística de Leviathan, en el Mediterráneo Oriental. Correspondientes, según se desprende, a los “réditos obtenidos” del trueque, por una posible “expedición” “pre – colonizadora” Fenicia, allá por el siglo V a.C.; a todas luces a un punto indeterminado de la actual costa mediterránea española.
 
   La antigüedad e importancia socio – económica de la Administración – Contabilidad, queda acreditada de forma fehaciente, incluso antes del uso dinerario, pudiéndola definir en sus más elementales concepciones como: Disposiciones adoptadas para organizar y consiguientemente gobernar una determinada economía” y “Sistema por el cual se controlan y registran los gastos e ingresos y demás operaciones de una determinada economía”. Si a las simples y simplistas definiciones que en letra cursiva anteceden, le agregamos la frase “con amplísimos conocimientos en ambas materias, total y acrisolada probidad” (del lat. probĭtas, -ātis). A mi humilde forma de ver y entender, estoy definiendo al Cuerpo de Intendencia de la Armada y a los Intendentes pretéritos y presentes, quienes por los altos valores personales y corporativos poseídos, supieron y sabrán perpetuar en los futuros ese buen hacer, sentido del deber, compañerismo dentro del propio Cuerpo y a los otros dos a los que quedó reducida nuestra Marina y, por extensión a los actuales “Comunes” y resto de componentes de las FF.AA.