De
acuerdo al por mí traído y llevado “María Moliner”, en su segunda acepción del
término “bujeta”, nos dice que: “antiguamente se
utilizaba dicho término para definir el Pomo
(pequeño frasco) para perfumes
que se llevaba en la faltriquera”.
Dado que los venenos letales se aplican en pequeñas dosis, hace tiempo que a la
“enana moral y física” la rebauticé por dicho nombre. El cual a mi concepto y
leal forma de ver y entender el mundo, dado que su escasa estatura física
siempre fue gigantesca con respecto a la ética y estética de responsabilidad
política – social e histórica, creo le encaja perfectamente dicho
“rebautizado”.
Que el ganador contraviniese el deseo y
voluntad del “Gran Vago” y de los “situados a perpetuidad” dentro del partido,
incluida nuestra reiterativa perdedora de toda elección que se celebró y que
pudiese celebrarse en los próximos milenios, la PPona. En esta ocasión jugó al
mismo número perdedor al que por sistema juega, solamente que en ocasiones
anteriores, no la votábamos los que teníamos ganas de que la botasen a ella,
pero a poder ser a las “marronáceas” aguas que algunas veces presenta la playa
del santo de la “Parrilla”.