martes, octubre 08, 2019

El voluntarismo ecológico y la ecología como ciencia…

    Mi forma de pensar y actuar ante los trágicos – cómicos planteamientos desarrollados en ese foro internacional de políticos, vividores y especies afines, donde su credibilidad, confianza y seriedad quedan avalados por la presencia y voz concedida a una “analfabeta totalitaria”, por muy sueca que esta sea y representante de lo más simbólico del “ecologismo sandía”, donde el verde exterior queda compensado con el rojo (de rojerío) interno, aliñado con la más supina de las reiteradas y reiterativas patrañas carentes de todo rigor científico.

    A través del presente y en todos los foros donde me dieron opción a ello, afirmé y me reitero, que la climatología como tal y consiguientes parámetros de carácter cuantificables que en ella intervienen, en cierto modo son reiterativos y repetitivos, desde que la ciencia (redundo “ciencia”) está en disposición de cuantificarlos. Dejando al margen las hipótesis o ficciones, fruto de la simulación con determinados supuestos en los más potentes ordenadores, digo, afirmo y repito: ficciones. Todo resultado a un supuesto patrón, estará en función de los datos de partida suministrados.
 
    El calentamiento global, del que sin pudor alguno nos habla el político de turno, el vividor correspondiente o el experto en pseudo-ciencia, con un programa alternativo propio, en todos los casos, sin el mínimo rigor y fundamento al que hacer referencia válidamente, no deja de ser una forma más de realizar “brindis al sol”, astro él, que posiblemente y sin nosotros saberlo tenga bastante más participación en los sucesivos calentamientos, no “calentazos” y enfriamientos, no “gatillazos”, que este “Planeta Azul” tiene acreditados a través del tiempo como espacio temporal y de la ciencia: compendio de los conocimientos adquiridos por el estudio metodológico de las leyes que rigen las distintas y variadas ramas del saber.
 

martes, septiembre 24, 2019

¿En manos de quien estamos…?

No puedo sustraerme a la auténtica congoja que me produce el trastoque de conceptos a los que atónito asisto… Una joven indocumentada (en el más amplio sentido del término y concepto), por muy sueca que sea, se permite y le permiten “barrabasear” en ese foro, al que en todo momento y ocasión le muestro el “respeto” del que a través de su existencia se hace merecedor: NINGUNO. Viéndome una vez más en la inexcusable necesidad de incluir en esa falta de consideración, a todos esos inútiles farsantes que viven de no hacer nada, al menos práctico y positivo, que dicen dirigirnos y lo que hacen es mandarnos, y por supuesto mal.

    Con la alegría y el desenfado que da la total ignorancia de lo que son las distintas ciencias, que estudian los más elementales principios por los que se rige la naturaleza, como concepto básico del conocimiento científico acumulado por la humanidad a través de los siglos, vemos a esa “niñata”, a la que una partida de vividores de lo más heterogéneo le da “bolilla” y ella a ellos “vidilla”. Ya me contarán que fiabilidad y respeto pueden merecer todos aquellos que permiten ser insultados por una “mequetrefe” (cualquiera de los apelativos que el Mª. Moliner aplica a dicho termino, creo que se quedan cortos), opinando es apropiado el aplicarlos a los que no la mandan a la escuela o a la m…, o quizás sea que los que la escuchan y la consienten son tan ignorantes y carentes de formación como ella.

jueves, junio 20, 2019

Si albergaba alguna duda sobre los ecologistas, estas me fueron disipadas…

        Soy consciente, que incluso desde algunos ámbitos familiares se me acusa de padecer la enfermedad de la “titulitis”, dada mi innata curiosidad en conocer la “procedencia académica” de todo aquel que haga o realice exposiciones, conjeturas o afirmaciones, que encierren cuestionamiento sobre hechos o ideas más o menos consolidadas por la racionalidad de la ciencia, la ética y/o moral (no cuestiono la antigüedad o prelación de similares conceptos, sigo el orden alfabético).

     Comprenderá el amable lector, que si en un entorno tan limitado como el doméstico, muestro mi escepticismo a todo aquello que no cumple con esos mínimos anteriormente citados, “malajemente” puedo admitir las elevadísimas aportaciones a la pseudociencia de una indocumentada adolescente, por muy sueca que ésta sea y los muchos “vividores que la rodeen”, piensen “vegetar o vivir a su sombra”, empezando por su propio padre.

miércoles, junio 12, 2019

Dónde empieza la verdad o la mentira…

Las mismas barrabasadas son buenas o malas dependiendo de quien las realice.
    Puede que a pesar de la acusada disminución “memoril” que en los últimos años padezco, aún me queden viejas reminiscencias de experiencias y situaciones vividas, bien en primera persona o como parte integrante de un determinado entorno, próximo a hechos y aconteceres, que algunos tratan de olvidar o desvirtuar, en base a la adaptación camaleónica a un entorno y contexto que consideran más favorable a su actual posicionamiento.

     Ignoro a quien atribuir la frase en sus distintas formas y redacciones “El infierno está lleno de buenas intenciones”(*), pero no me cabe la menor duda, que en definitiva, es lo más parecido a una “Patente de Corso” auto concedida a “efectos de inventario” a la mayor gloria propia. En la política actual a nivel mundial, todo lo que pudiese tener de “arte y actividad de gobierno” fue sustituido directamente por “ordeno y mando”, siendo buenas o malas las “ordenes” y/o “mandadas”, dependiendo de quien las realice.