Dada la longitud en la que me
encuentro, estoy en pleno Kal Nidré, dándome que pensar la profundidad que
encuentro en esta frase: “En el tribunal de los cielos
y en el tribunal de la tierra, por el permiso de Dios, alabado sea, y con el
permiso de su santa congregación, nosotros mantenemos que está permitido rezar
junto con los transgresores de la ley”. Lo cual me permite y autoriza, como tal
transgresor, a invocar al Bendito Señor nuestro Dios, su perdón, agradeciéndole
que haya preservado mi vida para llegar a esta celebración y entrar en el Yom
Kipur libre de promesas incumplidas. Que Él en su inmensa misericordia guie mi
vida, la de los míos y la de todos los hombres de buena voluntad hacia Él. Por
extensión a todos esos sus hijos, que en un dado momento, pueden reclamar
nuestra atención en cualesquiera de sus necesidades espirituales y/o humanas.
Que la inminente festividad del Yom Kipur
sea en realidad un Día de Perdón, solicitando humildemente a todos mis enemigos
me perdonen de corazón y cabeza, proponiéndome yo el hacerlo con todos aquellos
a los que hasta hace unos instantes consideraba como tales. Que Él nos conceda
a unos y otros su perdón.
Shalom aleijem La paz sea con vosotros.
Capt. Willie