Primera Parte/First Part
La humanidad, a través de los años de historia acumulados y documentados, sufrió desastres de todo tipo, donde la suma de victimas de todos los considerados como fenómenos naturales: seísmos; erupciones volcánicas; ciclones o tifones, maremotos, etc., etc., incluyendo las epidemias y las guerras declaradas y/o subrepticias, no alcanzaron ni por asomos, al número de “difuntados”, mor a los asesinatos directos, e indirectos cometidos en base a la implantación de la “liberación del pueblo ruso”, allá por el diecisiete del pasado siglo y su “propagación liberadora” por el resto del mundo tras la “2ª Mundial” e independencias sobrevenidas al citado “desastre”.
Esa “doctrina” que nace al único fin de subyugar a los “mismos” en base a premiar a sus “redentores”. Como filosofía de índole “materialista salvadora de los oprimidos”, demostró de forma reiterada y reiterativa su validez y eficacia a la hora de empobrecer física y moralmente a todos los “parias de la Tierra”, convirtiéndoles en “famélica legión”. Sin perjuicio de, que dada la proliferación de la especie de “Estulto Pijo Progres” y afines, su continuo renacer de las propias cenizas que ella genera, la asemejen al mitológico “ave Fénix”.
Esa “doctrina” que nace al único fin de subyugar a los “mismos” en base a premiar a sus “redentores”. Como filosofía de índole “materialista salvadora de los oprimidos”, demostró de forma reiterada y reiterativa su validez y eficacia a la hora de empobrecer física y moralmente a todos los “parias de la Tierra”, convirtiéndoles en “famélica legión”. Sin perjuicio de, que dada la proliferación de la especie de “Estulto Pijo Progres” y afines, su continuo renacer de las propias cenizas que ella genera, la asemejen al mitológico “ave Fénix”.