Aquellos que en un lejano día tuvimos la suerte o desgracia de destacar
o salirnos de la tónica del momento y en el momento, en los entornos en los que
nos movíamos, lógicamente se nos consideraba “peligrosos” ya que poníamos en
cuestión “derechos adquiridos”, en base a “hipotéticos” servicios prestados,
donde la “hipótesis” de partida se asentaba en ir lentamente tomando
atribuciones, que nadie con capacidad para ello les hubiesen conferido, pero
que a su vez, al no negárselas expresamente, tal auto – concesión iba creciendo
en oportunidades y provechos. Una vez “adquiridos” estos, no estaban en
disposición de que se les cuestionasen y menos aún, ceder esas prebendas
sociales y económicas que ese staff auto – adquirido les confería.
miércoles, mayo 13, 2020
Gaslighting o simple “iluminación de gas…”
lunes, mayo 11, 2020
Comunismo, socialismo del siglo XXI ergo inutilidad y desvergüenza…
La carencia de formación jurídica a la que
reiteradamente, a través del presente, hago referencia, no me impide el saber
que la LIBERTAD, es el más preciado bien que demando, siendo básica en mi
concepción de la vida. La LIBERTAD en mi caso, siempre, en toda circunstancia y
ocasión, solamente admite un límite y
condición: ese punto de inflexión es donde comienza la LIBERTAD ajena. Siendo
por tanto la LIBERTAD, el único bien del que demando más de la que gasto.
domingo, mayo 03, 2020
La peste china… y encima se cabrean…
Lo peor que puede sucederle a un comunista, es
tratar de engañar a alguien que siendo muy muy joven, en un verano, vivió y vio
por sus propios “ojos pecadores”, la “leche”, mejor dicho la “bilis infecta” de
aquel campo de concentración que era Polonia, bajo la corrupta dictadura
del camarada W. Gomulka y la del
homónimo alemán, su colega, el también vulgar delincuente y asesino, W.
Ulbricht.
La suma de
aquellas mis experiencias en Darlovo y Swinoujscie, unidas a las de Rostock, me
permitirían hacer un amplio tratado sobre la esclavitud humana, incluida la
sexual, de jóvenes de ambos sexos. Unido a un despilfarro propio de las “mil y
una noches”, en la trastienda de los “Baltona”, en nada acorde con todo
racionado, incluido aquel pan, de un color parduzco “ennegrecido”, con un papel
pegado para identificar la pieza.
Pueblerino de mí, en aquellas paupérrimas poblaciones, descubrí que existía el champan francés Moët & Chandon, y que dicha bebida servía, aparte de para beberla, como elemento con el que bañar, o mejor remojar de cabeza a pies, a un sinnúmero de jóvenes polacas, seguramente prostituidas en base a la necesidad y miseria imperante. Espectáculo que por sí era vomitivo y del que en base a las más variadas disculpas, lograbas evitarlo.
A pesar de las diversas y dispares actividades profesionales - académico – económico – sociales, en las que me vi involucrado en este “malhadado mundo capitalista”, nunca vislumbré tan abyectos comportamientos, como los observados por los “hombres de las estrellas doradas en la solapa”. Del campo de concentración alemán y, jugándose la vida, puedo decir, que vi meterse en el escaso espacio existente entre el mamparo y las dos cajoneras laterales de la mesa de la telegrafía y, las piernas de la “Sparky”, como mínimo a cuatro personas y en cuatro ocasiones, en un peligrosísimo viaje hacia la libertad.
Pueblerino de mí, en aquellas paupérrimas poblaciones, descubrí que existía el champan francés Moët & Chandon, y que dicha bebida servía, aparte de para beberla, como elemento con el que bañar, o mejor remojar de cabeza a pies, a un sinnúmero de jóvenes polacas, seguramente prostituidas en base a la necesidad y miseria imperante. Espectáculo que por sí era vomitivo y del que en base a las más variadas disculpas, lograbas evitarlo.
A pesar de las diversas y dispares actividades profesionales - académico – económico – sociales, en las que me vi involucrado en este “malhadado mundo capitalista”, nunca vislumbré tan abyectos comportamientos, como los observados por los “hombres de las estrellas doradas en la solapa”. Del campo de concentración alemán y, jugándose la vida, puedo decir, que vi meterse en el escaso espacio existente entre el mamparo y las dos cajoneras laterales de la mesa de la telegrafía y, las piernas de la “Sparky”, como mínimo a cuatro personas y en cuatro ocasiones, en un peligrosísimo viaje hacia la libertad.
martes, abril 28, 2020
Hacerse acreedor de “pay attentions” a estas alturas de mi vida…
Humildemente he de reconocer que en mis años
mozos, en particular en mis estancias en el entonces Salvador, del Col. A. Molina
y/o en la Managua de Tacho Somoza, dadas mis “buenas” relaciones con los “guzmanianos”
discípulos ellos del Maestro de la Iglesia, Domingo de Guzmán, con más
asiduidad de lo que quisiese, solía recibir los correspondientes “pay
attentions”, que desde Roma me “embutían” vía telefónica, un día sí y el otro
también.
Estas reflexiones que a modo introductorio
realizo, me llevan a dar respuesta a un “pay attention”, que recibí vía telefónica
en el día de hoy. “Pay Attention”, que contrariamente a aquellos y en común con
ellos: que éste sí me afecto profundamente, por lo razonado del mismo, a la vez
que la persona que me lo dirigió, dentro de mi escala de aprecio y valoración,
aunque con menos familiaridad que la mantenida en su día con el difunto P.
Iglesias, ocupa un especial lugar de respeto y consideración.
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