Tras dejar pasar un mínimo espacio de tiempo
para calmar mis excitados ánimos, una vez más me veo obligado a caer en la
triste repetición, de orar a Él y a su Santísima Madre para que acompañe a los
vilmente asesinados, a los heridos y a sus familiares. A unos acogiéndolos en
su seno y a los otros dándoles la fortaleza de ánimo necesaria, para enfrentarse
al dolor físico o psíquico, o ambos a la vez.
Sigo escuchando simplezas de “papanatas – ecumenistas – buenistas”, que las dicen y de los “papagayos”, que haciéndose eco las repiten. ¿Alguien cree de verdad que puede mezclarse el aceite y el agua o acaso, qué en su ignorancia supina, no distingan lo que es una mezcla de una emulsión? En su día, la Europa de los “mercanchifles” y de “politicachos”, con el beneplácito interesado de unas iglesias Cristianas (incluida la Católica Apostólica y Romana) dieron el visto bueno a una unión, donde de mutuo acuerdo y a cambio de prebendas, se omitió toda referencia a la cultura emanada del Cristianismo, que hizo posible la existencia de la totalidad de esos entes sociales y políticos a unir.
También es cierto, que para el hoy “ocupa de los altares”, dicha unión tenía una especial querencia, ya que pura y exclusivamente, en dicho amancebamiento, él veía un frente anticomunista; lo demás le importaba un cuerno.
Sigo escuchando simplezas de “papanatas – ecumenistas – buenistas”, que las dicen y de los “papagayos”, que haciéndose eco las repiten. ¿Alguien cree de verdad que puede mezclarse el aceite y el agua o acaso, qué en su ignorancia supina, no distingan lo que es una mezcla de una emulsión? En su día, la Europa de los “mercanchifles” y de “politicachos”, con el beneplácito interesado de unas iglesias Cristianas (incluida la Católica Apostólica y Romana) dieron el visto bueno a una unión, donde de mutuo acuerdo y a cambio de prebendas, se omitió toda referencia a la cultura emanada del Cristianismo, que hizo posible la existencia de la totalidad de esos entes sociales y políticos a unir.
También es cierto, que para el hoy “ocupa de los altares”, dicha unión tenía una especial querencia, ya que pura y exclusivamente, en dicho amancebamiento, él veía un frente anticomunista; lo demás le importaba un cuerno.
A pesar de encontrarme en Semana Santa,
tiempo de recogimiento y oración, o precisamente por ello y ser hoy Viernes
Santo, no puedo sustraerme a recurrir a la Divina Comedia de Dante Alighieri:
Así, siguiéndolo a él a través del ante infierno y sucesivos círculos, muy
sucintamente desgranaré algunos de ellos, que a mi concepción del mundo
reflejan a la perfección el abandonismo, entreguismo, papanatismo y majaderismo
al que nos llevaron los unos y los otros. Encantados a su vez de haberse
conocido y jodido todo lo que pudieron a diestro y siniestro. Ahí tenemos a unas derechas, que no saben
dónde están; unas izquierdas que no saben a qué lado tienen sus miembros; unas
autoridades religiosas que confundieron el ecumenismo con la imbecilidad supina
y el exotismo de lo distinto.
Entremos sucintamente en Dante y su Divina
Comedia y que cada uno de los anteriormente citados vaya acomodándose a su
gusto y en el lugar que les corresponde:
Ante infierno o el vestíbulo de los cobardes
Lugar a ubicar a los cobardes:
aquellas personas que no se dignaron a hacer el bien pero sí todo el mal que
sus cortas luces les permitieron. Los cobardes están condenados a correr
eternamente tras una bandera que no tiene ningún significado. Hostigados
incesantemente por aves marinas de la familia o subfamilia de las Larinas
(vulgo gaviotas), las espinas de una flor roja, subclase Rosidae, orden Rosales.
La hoz, que todo lo siega y el martillo, que todo lo machaca. Los que piensen
un poco saben a quiénes les corresponde ocupar destacada posición en él.
Primer Círculo: Limbo
Limbo, donde se hallan los
muertos que por pasotismo, buenismo y corrección política, no son sometidos a
ninguna pena material; aunque si debían, pero serán privados eternamente de la Beatitud.
Segundo Círculo: Lujuriosos
En el umbral del segundo círculo
podemos poner a ciertos personajes pertenecientes a le “grandeur país”.
Independientemente de los lujuriosos que observó y citó Dante, debemos incluir algún Ordinario de
diócesis isleña y/o de peninsular. Ellos merecían ser empujados por un viento impetuoso de
aquí para allá; representación magistral del instinto que domina y arrastra la
voluntad del hombre, haciéndoles perder todo dominio sobre sí mismos. Este
viento los empuja y revuelve, golpeándose unos contra otros. Qué lástima que literalmente no
sea así.
Tercer Círculo: Golosos
Cerbero, él guardián, perro de
las tres fauces siempre hambrientas. El pecado que se castiga en este tercer
círculo es la gula (exceso en el comer y beber y lo otro...). Los golosos están condenados a
engullir por toda la eternidad una mixtura repugnante, formada por la lluvia
negra que ellos reciben y el fango producido por la tierra. “Entretanto,
siguiendo las directrices del Secretario Particular, visitan los más selectos
restaurantes del Principado y justifican ante la morralla, la necesidad de
conocerlos”. ¿Le suena a alguien la frase entrecomillada? Fue dicha
públicamente y sin rubor alguno ante unos cuantos subordinados jerárquicos.
Cuarto Círculo: Avaros y
Pródigos
Plutón, quien al verlos delante
se pregunta: ¿Cómo es posible que nunca os conformaseis con lo que teníais? Prevaricasteis,
robasteis, os dejasteis sobornar, corromper y prostituir. Que vosotros avaros y pródigos con lo ajeno no
pensasteis sino en acumular dinero los unos y en gastarlo desordenadamente los
otros, y nunca, nunca a los fines a que estaba destinado. Ahora éstos deberían estar condenados
a empujarse, unos a otros con enormes pesos con el pecho, gritando cada uno de ellos:
“¿por qué agarras?”, “¿por qué sueltas?", ¿por qué quien tiene capacidad
para solucionarlo, no lo hace? ¿por qué aquel que tiene la capacidad para
nombrarlos y destituirlos, no lo hace?
Quinto Círculo: Iracundos e
Indolentes, Soberbios y Envidiosos
La laguna de Estigia, que circunda la
ciudad de Dite a modo de defensa, es el lugar de pena donde almacenar a tantos
iracundos, que, continuamente, se debían de golpear a sí mismos ensangrentándose, y a los
indolentes que, como en la vida fueron contrarios a todo trabajo útil, tristes
y tediosos, ahora no hacen más que vivir de las rentas indebidamente obtenidas. Más
allá, cerca de la ciudad de Dite, se encuentran los soberbios y los envidiosos,
cuyos castigos son parecidos a aquellos de los iracundos. El ángel de Dios,
puesto a actuar en consecuencia, impediría que los príncipes eclesiales y los
dispuestos a ser princesas, pudieran llegar a más que a contraer esa enfermedad
típica que andan buscando.
Sexto Círculo: Herejes
Una vez en las inmediaciones de
cierta ciudad italiana, el sexto círculo
era donde debían ser castigados los
herejes, que llegado el caso, por envidia e incapacidad, acusan de herejía a teólogos
que valen más que ellos. Aquí tendría que estar algún dimisionario venido a
menos, dentro de sepulcros ardientes, con las tapas levantadas, formando una
corona de fuego alrededor de las murallas internas de la ciudad eterna y/o
aledaños.
Círculo Séptimo: Violentos
El guardián del séptimo círculo
es el Minotauro. Monstruo con cuerpo humano y cabeza de toro. Este séptimo
círculo está dividido en tres jirones. En el primer jirón, se encuentran los
violentos contra el prójimo (homicidas, devastadores de países, corsarios,
ladrones de caminos, saqueadores de fondos reservados, cajas de ahorros, obras públicas, ciertos políticos, funcionarios, inmatriculadores de lo
ajeno y algunos clérigos de toda clase y orden), quienes se debía sumergir en el Flegelonte, río de sangre
hirviente, vigilados y flechados por los centauros. En el segundo jirón, se
encuentran los violentos contra sí mismos y los ajenos (pactantes de ignominias,
con tal de acceder a cargos para ellos vedados por su propia incapacidad), quienes deberían
ser convertidos en árboles y ser mordidos por negras perras hambrientas,
provocándoles agudos gritos de dolor. En el tercer jirón se encuentran los
violentos contra Dios (blasfemadores o aquellos que usando su Santo Nombre
embaucan a incautos fieles), quienes debían estar expuestos a una continua lluvia de fuego y a
alguna que otra patada en su rechoncho trasero.
Círculo Octavo:
Fraudulentos
El guardián del octavo círculo
es Gerión, verdadera imagen del fraudulento (como el pastor que embaucó a su
jefe); tiene la cara de hombre justo y honesto pero el cuerpo de serpiente. El
octavo círculo está divido en diez fosas concéntricas, llamadas “Bolges” o
sacos, donde son castigados los fraudulentos. Entre estos caben los que ganan
elecciones (tras haber perdido incluso la vergüenza), banqueros que sientan
jurisprudencia con su nombre (de chapuzas financieras impresentables), pastores
con olor a oveja en perfume (para Obispos y obispables), agua de colonia para
la morralla con pretensiones a entrar en terna. Los expertos NO Licenciados en Matemáticas
aspirando al cardenalato y los Doctores en escombreras de estériles de mina,
aspirando a Obispín.
Por hoy lo dejamos,
reiterando por parte del que esto suscribe, que Él en su inmensa bondad y
misericordia nos ilumine, nos libre de tantos
“papanatas – ecumenistas
– buenistas” y que la vieja Europa pueda volver a la civilización que la
caracterizó y la hizo ser, con todos sus defectos, la que aunó el monoteísmo
hebraico, la filosofía griega y el derecho romano.
Capt. Willie
PS.
Incluyo aquí algunos elementos nuevos que Dante no conoció.
Siempre es grato leerle, y más, cuando le toca a una la fibra usando como base para su ironía, uno de los mejores libros filosóficos de la historia. Veo además que no le falta detalle. Al igual que Dante entró en el infierno un día antes del Viernes Santo, su post es publicado en tal día, con lo que deduzco escrito el anterior.
ResponderEliminarComo lectora asidua echo en falta que se dejara en el octavo circulo a los astrólogos y brujos, a los que veo que tiene el cariño que se merecen.
Dado que el octavo es el circulo donde se castiga a quienes confundieron a los hombres en vida, hubiera podido incluir también a los que preconizan el cambio climático por deshielos, pero ignoran la desertización.
Comentarle que en cuanto tuve el mínimo dominio del Italiano, me compré esta obra para disfrutarla como merece.
Es curioso como su autor condena a los Judíos del Sanedrín y a aquellos que eran avaros o prestamistas, y sin embargo, todo el espíritu de la obra, sea mas cercano a la reflexión filosófica de la tradición Hebrea, que a la Cristiana. Quizás por ello, usted los ha sacado en su particular viaje por el infierno.
Le alabo, asimismo, la trinidad que propone para la vieja Europa. Últimamente parece más una señora mayor que pierde el oremus por un Cubano.
Como la Fe es lo único que de verdad sale gratis, vamos a no perderla y a confiar en que haya más personas que, como usted, reflexionen y se sumerjan hasta el ultimo circulo. Solo del conocimiento profundo surge la claridad.
Gracias por su post.
Muchísimas gracias por su gentileza al opinar en este mi blog. Según puedo observar de sus amables comentarios, le cuento entre mis asiduos lectores y creo tenemos cierta sincronía de conceptos.
Eliminar