martes, abril 24, 2018

A todo nuevo rico, su familia pobre le recuerda sus orígenes…


     De ese panfleto con ínfulas de gran diario, líder entre los líderes del buen hacer periodístico y consiguientemente del crecimiento en el número de lectores, me “pasan” un escrito publicado en “Tribuna”, donde una Licenciada en periodismo, por más señas, con un master obtenido en la misma “prestigiosa universidad” que la conocida política. Con la ignorancia a la que suelen hacer gala, esos actuales y potenciales iletrados en todo, futuros especialistas en la vacante que quede disponible, en un dado momento, en la redacción correspondiente, sea esta en defunciones, deportes, sociedad e incluso política internacional y eso que en general su C.V. suele ser parejo al de “la columnista” a que me referiré: español, gallego, catalán, fala, u otro idioma “autonosuyo”; inglés avanzado y francés, más o menos de andar por casa. Interpretada esta capacidad idiomático - expresiva en su justa medida, tras el correspondiente “cocido” y el consiguiente “menguado” ¡Pedir una cerveza en cualquiera de los dos idiomas citados! Español y cuando va de “guay”, un poco, tampoco mucho, de “autonosuyo”.
 
       Dejando de lado tan amplio y abigarrado “CV”, y la amplia y sólida formación humana que trasluce, tengo que creer que cuando habla de Vicktor Orban, como “conservador y recalcitrante xenófobo” y dice: “se estuvo asomando a las declaraciones que daban sus entusiasmados votantes”. Entiendo que sus conocimientos del idioma en el que se expresaban los susodichos le sonaban a “chino”, pero… bien podía ser cualquier otro dialecto sinotibetano. Entendiéndola cuando dice textualmente, que le producía “las esperables nauseas”. La justificación que encuentro, es que ella se encontraba  “tan por encima de los que veía”, que la propia altura desde donde se “asomaba”, le producía el lógico mareo, vértigo y consiguientes “nauseas”. Cuando uno se asoma, debe de hacerlo con prudencia. De lo contrario pueden surgir desde “cachondeos” a “coñas marineras”, nauseas, vómitos y por supuesto “diarreas mentales”.
 
      El que esto suscribe, que no se “asoma”, la lee y observa la serie de “taracadas” dialécticas que utiliza y la “caverna cultural” de la que hace gala proceder, justifica y entiende el crecimiento geométrico de lectores de la publicación que le da cobijo. Pues no dejan de ser tal para cual. Los descalificativos que uno tras otro desgrana y ese “buenismo” a que hace gala, son eso, fruto de ese ser/estar en un estado… del… “estultismo pijo progre” que todo lo invade. Antes se decía: no saber sí ponerse a servir o buscar criada”. En la actualidad se justifica “largando” desatino argumental, tras “ídem” de lo mismo.
 
      Dentro de esa “amplia formación humana” que se desprende de sus “nauseas” ¿Podría Vd. y otros de su “pelaje” entender, que cuando en ciertos países de Europa central, se habla de acoger refugiados económicos (según estadísticas no “buenistas”, en el 97,2% de los casos reales), tienen muy presente su historia inmediata y la cultura de la que Vd. hace gala carecer y de la historia que por supuesto muestra desconocer? Salvo cuando se trata de ese “estultismo pijo progre” (sucedáneo de tres veces tonto, o bien tonto elevado a la tercera).
 
      Ellos (los xenófobos y racistas) tienen en su acervo cultural e histórico lo que se desprende del presente mapa. Y aunque los “estultos pijos progres” desconocen lo que es la “realidad”, de ese “comunismo real”, que ellos vivieron y padecieron en carne propia, saben de lo que tiene de atentado frontal y directo contra su civilización (esa emulsión, nunca mezcla y menos absorción de “exóticos”), que así le “joda” a Vd. y a los de su mismo “pelaje”, es la “occidental cristiana” y por conocer y ser conscientes de lo que ella significa, tienen miedo, diría pánico, a perderla. ¿Le/s dice algo el presente mapa? A mí sí.

 

      De otro lado, una vez más recurro a mis “topicazos”: a pesar de que fui discriminado, más de una vez por el “gravísimo delito de ser infiel” en tierras del Profeta, y mi seguridad física corrió serios peligros, nunca y tuve muchas oportunidades reales y ocasiones para ello, discriminé, ni criminalicé a nadie por ser seguidor del Profeta en sus múltiples escuelas y diversas ramas. Muchos que conocí que hablaban de “nauseas” con sus mismos desatinos argumentales, llegada la hora de la verdad, no respondieron a los postulados preconizados. Prometer es una cosa, dar trigo, otra.
 
    Partiendo de un principio para mí básico y aceptado por todo aquel que carezca de la infección, contagio, bacteria, virus, germen, etc. “e.p.p.”: los pobres no tienen color, religión o sexo. La experiencia me enseñó, que cuando tienen esto último, la “jodimos” y bien “jodidas/os quedaron”, con nombres, apellidos, y muchas más veces de lo que se dice y precisamente en la gran mayoría de los casos por tipos afines a los postulados por Vd. preconizados, en el fondo meros “e.p.p.”. Cuando se habla de emigración e inmigrantes, ¿cómo es posible que en este antiguo país, antes llamado España, distingamos favorablemente entre el “exotismo” de algunos a los que solamente nos une el lazo de la humanidad, y otros que por tener nuestro mismo origen cultural y religioso, a priori rechazamos? Vd. en un momento dado habla de “putos sudacas”. Esos a los que Vd. se refiere, tienen en común conmigo, la misma civilización y dado el mestizaje, tienen sangre de mi misma sangre. De la suya, posiblemente y con independencia de sus exclamaciones, interjecciones y demás “barrabasadas”, por su origen, puede pertenecer a la raza superior del “Polifemo”, actualmente alojado en “Estremera”, con cargo al erario público, del que parece ser tan buen uso hizo.
 
    ¿En el fondo del fondo, del fondo, no será qué la gran diferencia que existe entre esos mis hermanos “putos sudacas” y los exóticos, es que mis hermanos los “putos sudacas”, son mis parientes pobres y como yo ahora soy nuevo rico, me avergüenzo de ellos? Qué tan preocupados estén por los “exóticos”; que si en vez de dirigirse al Norte, cruzando el cuenco Mediterráneo, con todos los riesgos que encierra, se dirigen al Sur, se evitaban el citado mar y mal, a la vez que arribaran a tierra de fieles como ellos, donde teóricamente deberían ser acogidos como tales fieles del Profeta, y en lugares de las “mil y una noches”, grifos de oro, lujo, mas lujo y relujo. Y mire si tienen “plata”, que hasta les construyen mezquitas en la infiel Europa.

      Vaya Vd. y sus homólogos “e.p.p.” a construir una iglesia de cualquier religión, que no sea la del Profeta. Después me lo cuenta/n. 
 
     Antes de ayer, cuando este antiguo país llamado España estaba “jodido”, siempre acudía a la misma tabla de salvación, los hermanos países de América. Ahora la “Kartofelera” y “bola de ojetes”, entre los que la incluyo a Vd. nos imponen cupos de “exóticos”, para que nos puedan llamar infieles en nuestra propia casa. ¿DÓNDE COÑO ESTA EL CUPO DE MIS HERMANOS LOS “PUTOS SUDACAS” A DISTRIBUIR POR EUROPA, EN LAS MISMAS CONDICIONES Y AYUDAS QUE A LOS “EXOTICOS”? Cuando uno de esos “putos sudacas”, mis hermanos, arriba a una frontera "Schengen", las condiciones de entrada que le plantean son todas, más una.

     Entre esos rechazados a priori y posteriori, sí es cierto y demostrable, que en más de las ocasiones que se dice, concurren circunstancias de índole político y de seguridad de su vida. ¿A quién coño le importa? Son nuestros parientes próximos y pobres. Su presencia nos recuerda nuestra reciente pobreza y la actual condición de nuevos ricos.

                               Capt. Willie

6 comentarios:

  1. Muy querido Comandante.
    Ubicado en el MAD en disposición de partida en rumbo directo a mi país, no quiero dejarle su alegato sin replica.
    Nunca abrigué la posibilidad de solazarme en una injuria dirigida contra mí mismo, mis paisanos, vecinos y convecinos (vera traigo el mismito glosario de U.), pero cuando veo el refuto que encierra, no pude no menos decir: Pablito, el Cdr. Willie siegue siendo el de nosotros, el que siempre les dio de cambiado, tomando para sí las fracciones y dejándoles el billete para Uds.
    Con el tiempo trascurrido y todo, recuerdo su primer ingreso en la mess room, reservado el cabezal principal de la mesa para U., nosotros los “naturales” en expectación y los oficiales extranjeros esperando su llegada, en el posicionamiento por años usual de ellos. Trastocada total… con esa su gentileza y metida de labia, le pide permiso al Capitán Palomares y se sienta en nuestro cabezal, agradeciéndonos la cordialidad de su reciente recibiento e invitando en nuestro nombre (el de nosotros, los naturales) a compartir “nuestra mesa” a los hasta ese tantito alevosos sucos.
    Al tantito ya inició “arreglarnos”: “borricos”, “barrabases”, ¿dónde vais sin perras…? Pasar por Contaduría que detrás ya voy yo.
    Pongo su termino. ¡… así comenzó todo! Y con ello mí respeto y el más mayor requererle.
    El de U. siempre y en todo lugar subordinado, alumno y honradísimo “borrico y barrabas”. El Pablito (para U.).
    Por favor Capt. Cópieme y no me bote.

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    1. Mi querido discípulo de antaño, posterior colega y hoy brillante profesional en el uso, totalmente evolucionado, de aquellos elementales rudimentos que en un lejano día le haya podido transmitir.
      Por lo bien que llegó/llegaron a conocerme, “mis cinco barrabases y borricos”, sabe que el término ofensivo utilizado tangencialmente, nunca nunca figuró ni figurará en mi vocabulario, como apelativo de índole discriminatorio, para origen geográfico, credo o color de piel.
      En aquel lejano día, por todos los medios traté, no solamente de formar profesionales, “desasnándoles” en el concepto de capacitación técnica. Me esforcé y a las pruebas me remito, en formar personas de honor y guardianes de su honra, hasta donde los demás lo permitan. En definitiva, Caballeros en el más amplio concepto del término. Los posteriores hechos me confirmaron, que dado el buen material humano que me facilitaron, a pesar de los “iniciales rebotes”, siguieron el rumbo, altura y velocidad inicial que les marqué, superándolo en todos los casos con creces. A los éxitos por Vds. obtenido me remito.
      Créame Pablo, que le agradezco a Vd. su amable y laudatoria nota, aunque a decir verdad, ninguno de “mis cinco ex pilotines” son muy ecuánimes cuando de mí se trata.
      Feliz arribada.

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  2. Querido Capt. Willie:
    Sus un día alumnos, a su decir compañeros y a posterior amigos. Desde esta “La Ciudad Heroica”, por U. muchas veces exaltada, la Cartagena de Indias. Le hacemos palmario agrado por la pública y notoria defensa que hace a favor de su hermanamiento en igualdad con todos estos pueblos de acá del Atlántico.
    De sus sentires y afectos por esta nación y el resto de países que componemos ese su mundo hispano. Universo del que invariablemente y en toda coyuntura dio muestras de respeto y cariño. Afecto mutual, que se supo conquistar (voz elegida expresiva al fin que significa) de todos éstos, nosotros sus amigos y siempre servidores de U. y de esos valores, una y mil veces expuestos en todo lugar y circunstancia.
    Cuatro de la Heroica; dos Paisas; dos Perleños y tres Porteños y nuestras respectivas Doñas.
    Gracias por copiarnos y mantenernos

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    1. Queridos amigos y en un lejano día compañeros:
      Dadas las extrañas connotaciones que adquirió en mi país el término “colega”, lo evito de forma deliberada. Aunque en definitiva fuimos eso, auténticos colegas y mal que les pese a algunos “doctos” de vía estrecha, en un plano intelectual y ético bastante superior al de ellos, “civilistas” carentes de civilización. En la última conversación telefónica, me sorprendió el vivo recuerdo que me hicieron de mi lejana definición del “ecologismo – civilista” y mi recurso a la sandía: “verdes por afuera, rojos por dentro”.
      Puede que por falta de recursos dialécticos, con harta frecuencia recurra a dichos, dimes y diretes, siendo a mi concepto oportuno a la ocasión: ¡lo que es de nacedura, tararura…!
      Independientemente de las lógicas simpatías o antipatías que los distintos caracteres nacionales – regionales hayan podido desarrollar en los pueblos de esa mi querida América (para bueno o malo, excluyendo a dos Guayanas y una provincia Canadiense y a sus provincianos), siempre y por todos los conceptos, el resto serán mis hermanos, con independencia de quien los mande o gobierne. De ahí que sin menosprecio hacia país o ciudadano del mundo alguno, por obvias razones de caridad bien o mal entendida, afirmaré, que esta empieza por uno mismo. Y donde empiezan y/o terminan los distintos pobladores de acá o allá del Atlántico, nunca me paré a pensarlo.
      Gracias de todo corazón a esos amigos que ni el paso de los años ni la distancia consiguieron llevarnos al olvido, agradeciendo el recordatorio específico que me hacen los Cartageneros. Recuerdo a dos de ellos, cuñados de dos paisas y consiguientes “paisanas”, una/uno de Armenia (la Milagro), los otros dos ella/él aunque “paisas” Manizales, con “ ellas Abiertas”; ¡qué decir de los dos hermanos y su primo, de Barranquilla, que eran y no son, por haber nacido en las inmediaciones del Puerto!. “Cuando había un corto trecho entre la ciudad y el puerto”. Mención aparte merecen “mis paisanos” los “Carreñenses”, como yo, “río por medio”. Que no solamente cambiaron el puerto fluvial por los Mares Océanos, si no que, entre dos hermanos y sus tres/cuatro hermanas, dieron un gran impulso al escalafón de la marina nacional.
      Verán que a pesar de los años, aún siguen teniendo todos Vds. rostro y rastro.
      Un fortísimo abrazo para todos (y siguiendo el analfabetismo imperante en esta parte del Atlántico) y todas.
      Su siempre amigo y ante una mala, su siempre hermano.

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  3. Ínclito Comandante Willie (Abuelón de la Chamaquita).
    Desde su misma situación de retiro y ver desfilar uno a uno los pelados resentidos, empiezo a comprenderle a U.
    Cuando a uno, le tratan de cantinflear creyéndole polluelo, te las ves al tener que sacar los espolones.
    Trato de imitarle y no inminuarme a la tantica, pero con esas y con las de más, aguantar vara resulta difícil, que otra no queda.
    Para los que bien le conocemos y mejor quereres le damos, su “A todo nuevo rico, su familia pobre le recuerda sus orígenes…”. Nos resulta repelón y en toda línea con el rumbo de una vida, la de U. ¿Cómo olvidar cuando le robaron su “Harley” y se le puso el ojo al ladrón? Un vulgar huachicolero, de los sin tanque, del que U. deliberadamente nunca malmetió ni malmete. Ni cuando le maja a su “grande país” y menos, cuando hace referencia a esa parte de las fuerzas del que él procedía. Marina de la que U. se ufana en glorificar ante tanto colaboracionista. Capt. su sentido de honor es inimitable.
    Desde esta tierra a las que U. en sus fiestas mayores, honro con su presencia, una vez más le doy las gracias. Yo me incluyo de viaje entre sus familiares pobres, sintiéndome más que familiar su hermanísimo, y que Dios lo vea por muchos años.
    Mis respetuosos saludos para la Doña, la Chamaca y un besito para la Chamaquita.
    Les espero visitar en el agosto próximo.
    Hasta entonces, lo dicho queda.
    Con los acatos de su siempre camarada y amigo. Desde la traída publicación, su incondicional hermanísimo.
    C.A. RR. JC.
    Cópieme y prolóngueme.

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    1. Siempre es grato saber de los amigos, máxime cuando éstos, en permanente stand-by, están ahí para mostrar su respeto y afecto, pues si recuerda mis disertaciones al respecto, no concibo el uno sin el otro.
      No entrando en otras valoraciones de índole personal, el ladrón al que Vd. hace referencia, creo que en su falta llevó la penitencia. Expiación que independientemente del disgusto que dicho incidente me produjo, nunca llegó al de sentirme tan mal, como cuando supimos de su despido y en las condiciones impuestas por el rigor aplicado a la expulsión y baja forzosa. Créame que también comprendo su sentir y el de sus/mis compañeros, cuando sin otro fundamento que el de origen geográfico, pasaron a ser sospechosos, a pesar de mí más encendida defensa respecto a la honorabilidad de los cuatro.
      De dicho desagradable incidente, solamente quiero recordar, mí exigencia, por las autoridades competentes aceptada, de que a Vds. cuatro les tomasen declaración bajo palabra de honor. Honor que me constaba y así constó y quedó a salvo de duda alguna.
      De confirmarse su presencia en esta mi localidad, estaremos encantados de corresponderle, como se hizo acreedor en mi estancia en la suya.
      Gracias por esas continuadas muestras de respeto y afecto.
      Desde la situación de retiro, a verlas pasar y contemplar donde estaban los verdaderos afectos y la real dependencia de los “informes personales y profesionales a dispensar”.
      Con los atentos saludos de mi esposa, chamaca y chamaquita, reciba un fuerte abrazo de éste, su de nuevo compañero (los dos en la misma situación).

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