lunes, abril 16, 2018

Cuando los del engrudo, les farrapes y el pà de pagès, recurren a la ONU como solución a sus cuitas y problemas…



      En ese plural mundo en el que me moví, para hablar de similitudes o igualdades, se recurría a “dos gotas de agua”. Al llegar ya a la vejez y después de lo que estoy viendo, me atrevo a afirmar que no existe mayor similitud, semejanza, analogía e igualdad, que la que se puede establecer entre “estultos pijo progre”, sea estos de derechas, centro, izquierdas, internos o medio – pensionistas. Su cadena (no de ADN), la diarreica, es exactamente la misma: idea concebida, idea cagada.

       En un grado o escalón inferior a los precedentes, se encuentran y están los “papanatas”, siempre encantadísimos de haberse conocido, pues salvo ellos mismos y a sí mismos, no los conoce ni la Sra. que los trajo al mundo. Pero eso sí, suelen tener ideas un tanto “peregrinas”, pero ideas al fin y al cabo, las cuales cuando las exponen, o se está prevenido o se termina acordando uno de la mencionada Sra., en los renglones que anteceden.

       Ya en un tercer grado o último, en esta escala “babayal” se encuentran los “buenistas”, habitualmente gentes muy correctas en el pensamiento naif “de la vida”, pues donde empieza lo que antes se llamaba “imbecilidad supina”, en su majadero y “buenista” idioma, ahora se les denomina “profundos”. Ignoro dicha profundidad, en qué unidad de medida se determina, pero los que conozco pertenecientes a este “tercer” grado, suelen ser más insondables que aquellos famosos pozos babilónicos, estudiados en historia de la edafología, que dada su hondura estimada y agotamiento extractivo, llevó a una salinización tal de las tierras, que las desertizó. Ellos/”ellas” son “Bobilonicos”, no babilónicos y, la sal es posible que la tengan, pero suelen caer más bien en sosos, de una sosera, que para sí quisiese el agua destilada. Allí donde caen lo desertizan todo.
       Estas “tres especies” anteriormente citadas y sucintamente descritas, tienen una capacidad de atracción entre ellas y entre sí, que para sí quisiesen los imanes naturales o artificiales. La ley de la gravitación universal falla con ellos estrepitosamente, pues un “chancho” de noventa arrobas bajo el brazo, en todos los casos será menos pesado que ellos, y muchísimo más provechoso. Salvo que para definir a tan noble animal se utilice el término “galufo”, lo cual ya me lleva a explicarme su habitual necesidad de reafirmación en sí y por y para sí. No sea cosa que en el más allá, tengan que “pelársela como el mono”.

       Tras largas, profundas y sesudas reflexiones, llegue al pleno convencimiento de que aquella ministra española, semi – analfabeta, a la que suelo hacer de vez en cuando referencia, unida a la otra, que “tal la bailaba”, la de las “ellas” y los “ellos”, las cuales al decir de mi pueblo: «¡jódelas a ellas y eso que eran tontas! Míralas que “chiringos o chiringas” pillaron, y quien los pilla… para “ellos”/”ellas” son». Si nuestro país, ese que en tiempos fue un imperio y que no hace tantos años se llamaba España, al que ahora la “Kartofelera” and boys, le dan “cortes de mangas” y esa “amalgama” de francos y valones, aun resentidos y sin agradecer la “mugre” que les quitó el III duque de Alba, nos da por el “saco” y no pasa nada, conseguimos “emporrillar” en “chiringuitos” internacionales a tan distinguidas ex ministras ¿Cómo les puede extrañar, que a su vez yo me extrañe y ponga en duda, la capacidad de tal o cual chiringo internacional?

      Créanme que dado lo que vi (y a este ritmo lo que me quedará “ainda” por ver”), y no es que sea irrespetuoso con la ONU, la OTRA o la de más allá, es que no puedo evitar la risa, aunque algunas veces me den ganas de llorar. Mire para el organismo que mire, miro y veo, cuando menos, cientos de pertenecientes a estas tres “definidas especies” y eso que cuando hablé del cerdo, me olvide de la especial mención de los correspondientes “chorizos”, “chorizones” y “chorizazos”, que sin ser exclusivo de ninguna de las tres “especies citadas”, suelen darse con cierta frecuencia en las tres, sin perjuicio que el grado del “embutido” se corresponda o no, con los primeros, los segundos y/o los terceros.

      Como soy de buen compas, no me enfado, si llegado el caso quieren darle terminación “femenina”: “chorizas”, chorizonas” o “chorizazas”. tampoco me ofendo, si lo hacen incluyéndolas en “riestras” o “sartas”, pues los “unos” y las “otras”, no suelen “choricear” a modo único e individualizado.

     Cuando me hablan de la “Carta de Naciones Unidas”, lo primero que se me ocurre es preguntarme, quién tendrá el As en la manga. Sí citan lo mismo que cuando cito resoluciones ONU, con número y fecha, no dejo de saber de antemano, que su redacción siempre es tal, que permitan en “todos” los casos y a “todos”, hacer lo que quieran y cuando quieran, estando en ellos “todos” amparados por dichas Resoluciones. Salvo claro está, que dicha resolución se aplique a un “paría de la tierra”, que ese se verá obligado a “cumplir la sentencia del negrero”, cuando llevaba esclavos a “tierra firme”: «Aquí cagaras negrito, lo que comiste en Jamaica». Claro está, como la ONU, teóricamente administra algo similar a la justicia, las resoluciones siempre van directas a la cabeza, pero lógicamente, a la del más pequeño. Lo contrario sería anarquía ¿Y cómo un organismo tan serio podría caer en tal desaguisado?

     Cada día menos, en mi hablar, charlar, escribir y “charranear”, hago referencia a la Sociedad de Naciones y a “auténticos personajes” que poblaron sus despachos y deambularon por sus pasillos. Cuando hablo de la ONU, menciono siempre a cuatro Sres. Secretarios Generales, los cuales lo de “choricicimoooooooooooos” les queda realmente corto, pues el calificativo que verbalmente les aplico es bastante más subido de tono, y así y todo, suelo quedarme corto.

     A la vista del sucinto panegírico que expongo, entenderán esos amables y/o desagradables comunicantes vía telefónica o webcam, que mi respeto a organismos tan democráticos como la citada ONU o la OTRA son eso “KK”, donde todos los países miembros son iguales. Unos más iguales que otros. Cuatro tiene derecho de veto, por pura democracia, “porque sí”, el quinto, “porque” los dos primeros tenían ganas de “joder al tercero” y lo “metieron de “rondón”, el quinto, porque son eso, una “pila”. Esto me lleva directamente a ver las claras intenciones de los “DEMOCRATICOS Y PACIFICOS GOLPISTAS CATALANES”, que piden amparo a la democrática ONU, para que les ampare en sus “democráticas pacíficas y golpistas aspiraciones”. Lógicamente y claro está, en contra de S. M. D. Felipe VI, que al fin y al cabo, no lo voto nadie. Cierto y verdad, que heredó de su Sr. Padre, el cargo como también es cierto (en contra de mi voluntad) que cuando D. Juan Carlos I, lo tomó por votación mayoritaria, dentro de las prerrogativas concedidas en aquel referéndum (con censo real, urnas de verdad, interventores de verdad, recuentos de verdad y todo muy, pero que muy “verdadoso”) estaba incluida la herencia, la capacidad de testar. Esta pequeña diferencia es la que media con los dictadores, que en vida tienen derecho de pernada (al que aspiran los “DEMOCRÁTICOS Y PACÍFICOS GOLPISTAS CATALANES”).   

    Según me cuentan, ignoro si es verdad o mentira, que en las últimas fechas se dirigieron a Ginebra o a New York los del “engrudo”, “les farrapes” y los del “pá de pagès”, pidiendo el reconocimiento universal de lo de “ellos”. ¡Pues van a dejar tal como están las cosas!  Lo suyo.

                                Capt. Willie

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