(Parte II)
Al inicio del presente hice referencia a
la mentalidad y capacidad industrial e industriosa de ese gran pueblo y
pobladores de los USA. Así y teniendo en cuenta la movilización efectiva
general, que se produce con la entrada en guerra el 7 de diciembre de 1941 y
consiguiente declaración de guerra el 11 de diciembre de 1941 por las fuerzas
del eje. En gran parte del periodo al que me voy a referir, la mano de obra no
era especialmente cualificada, pues fue durante la incorporación de las mujeres
a todo tipo de puestos productivos, por la ausencia de varones, al encontrarse
éstos movilizados en los distintos frentes europeos y asiáticos. Las mismas
capaces mujeres, algunas veces ridiculizadas por ciertas “Desaforadas Feministas Folclóricas”, ya que, en un
dado momento, con el cuerpo cansado por duras jornadas laborales, aguardaban
colas interminables para poder adquirir
un par de medias de “nylon – seda”. Como si su coquetería femenina fuese un
demérito a su condición de personas, con la capacidad de desempeño y
cumplimiento de las más duras tareas laborales y el cuidado, en ausencia de sus
parejas, de la familia y la precaria economía en que se tenían que mover. Mi
más sincera admiración y respeto hacia ellas y a su feminidad y coraje.
Si bien las grandes series de buques
mercantes, desarrollados de acuerdo a la aprobación por parte del Congreso de
los USA de la «Merchant Marine Act of 1936», sin entrar en pormenores de origen
del proyecto y características principales, fue algo conocido por el gran
público y sobre todo por aquellas personas que por vivir en las inmediaciones
de puertos de mar, vieron hasta inicios de la década de los 70s del pasado
siglo unos “vapores” con siluetas de gran semejanza entre sí. Variando
ligeramente sus chimeneas, manguerotes
de ventilación y de disponer de ellos: arboladura y puntales de carga.
Me estoy refiriendo al desarrollo por la
«Maritime Comissión» qué permitió a la industria americana la construcción y
puesta en servicio de 5.782 buques mercantes (de carga seca, cisternas y
refrigerados) en el periodo comprendido entre el 27.09.1941 – 04.10.1945. Ello
significó un hito tecnológico e industrial para la época. Entrando en servicio
las doce primeras unidades en fechas tan tempranas como el propio 27 de
septiembre de 1941, llegando prácticamente a la entrega para su inmediata
posición a “vertical de gancho de sus puntales”, a razón de 1,33 buques al día.
El conjunto total de estas conocidas
construcciones, generalmente referidas como Buques tipo “Liberty”, en realidad
pertenecían a distintos programas, identificando cada tipo por tres grupos de
letras y números: las dos primeras letras designaban el programa al que
pertenecían (E = emergency, pertenecientes al «War Emergency Program»; V
= victory, pertenecían al «Victory Program». La segunda a su vez
designaba el tipo de buque (C = cargo, buques de carga; L = loch,
mineraleros destinados a los grandes lagos; P = passangers, transporte de
tropas y pasajeros; T = tankers, cisternas para líquidos, especialmente
combustibles; S = special, para transportes especiales. Habitualmente cargas
pesadas concentradas; R = reefer, para cargas refrigeradas, etc.) A estas dos
letras seguía un número, que indicaba la eslora de flotación a franco
bordo verano. Al citado número seguía
una sola letra, que indicaba el tipo de sistema propulsor (S = Steam,
para máquinas de vapor, fuesen turbinas o alternativas; M = motor, para motores
diésel). Por último, el tercer grupo formado por una o dos letras seguidas de
un número, apuntaban las posibles modificaciones con respecto al tipo base.
Los «Liberty» fueron la serie registrada
como EC2-S-C1, buques con gran capacidad de carga y alta fiabilidad por sus
condiciones marineras y escaso mantenimiento. Su chimenea de mediana altura, en
candela, con sus bordes perimetrales superiores ligeramente inclinados, les
daba un “sello” inconfundible. De esta serie, con ligeras variaciones y
adaptados a distintos tipos de carga y tráfico, se construyeron 2.751 unidades.
En el programa de buques de carga de
tipo unificado, cabe destacar el «Victory», del que llegaron a entrar en
servicio antes de finalizar el conflicto bélico 890 unidades, con arqueos y
registros ligeramente superiores a sus predecesores los “Liberty”, no
alcanzando en ninguno de los casos las 500 t. de diferencia. Su propulsión, sí
era más sofisticada, pues disponían de turborreductores.
De estos últimos, bajo pabellón
liberiano y matriculados en Monrovia, nuestro puerto recibió durante varios
años consecutivos la asidua visita de dos unidades denominadas “BELLPORT” y
“GREENPORT”, que transportaban carbón importado de USA, los cuales fueron
desguazados a raíz de la fuerte alza de los combustibles de 1973.
Con independencia de algunas
construcciones específicas de las dos series anteriormente citadas, destinadas
a aljibes para el transporte de agua o de lubricantes y breas. Como buques
cisterna puros se desarrolló y construyeron 525 unidades del tipo T2-SE-A1, en
sus distintas modalidades y versiones. Buques que sobrevivieron tanto en el
servicio de diferentes marinas de guerra de países occidentales y como
cisternas en distintas compañías privadas, llegando algunos a ser transformados
en buques de carga seca. Prácticamente se desguazaron todos en los inicios de
la década de los 70s.
Esta serie de buques, tanto en usos
militares como civiles, estuvieron prácticamente en uso hasta inicios de la
década de 80s.
Si significativo a mi modo de entender
fue la previsión y ejecución material de esta estratégica flota, que en un dado
momento llegó a superar con creces el número de hundimientos producidos en el
Atlántico y Pacifico por los submarinos Alemanes y Japoneses. No menos
importante aunque si desconocido por el gran público, fue el proyecto y desarrollo y aprovisionamiento
de locomotoras de vapor acogiéndose a la misma «Lend – Lease», en
español “Ley de Préstamo y Arriendo”.
Para poder
llegar a las locomotoras o equipos de tracción ferroviaria que dieron pie a la
presente y larga exposición, se hace necesario hacer referencia a su gestación:
bajo diferentes denominaciones y sistemas de prestación de servicios.
Las demandas
propias del transporte de las dos iniciales ramas del ejercito USA (tierra y marina),
dependieron desde 1776 del Cuerpo de Intendencia, a quien estaba encomendada su
organización, control y/o supervisión. Creándose exprofeso en cada uno de los
conflictos bélicos de los siglos XVIII y XIX, la oportuna estructura, que bien
con elementos propios del ejército o de la marina, o conjuntamente de ambos y/o
complementados por contratistas externos, al finalizar las crisis, se
disolvían.
Por primera vez en la historia de las fuerzas
armadas USA, la imperiosa necesidad de contar con medios acordes a las
ineludibles demandas impuestas en el transcurso de la Primera Guerra Mundial,
por la movilización y aprovisionamiento de la fuerza expedicionaria desplegada
en Francia, mostró la necesidad de crear
un Cuerpo Técnico especializado en transporte, oficializándose a tal fin el «Transportation
Corps» o “Cuerpo de Transporte” ya autónomo e independiente del de
Intendencia. Cuerpo que se disolvió al finalizar dicho conflicto armado.
Lógicamente su primer «Director – General
of Transportation», fue un ferroviario, formado asimismo en el Pennsylvania
Railroad Company (PRR), William Wallace Atterbury,
quien fue asimilado al grado de general de Brigada del ejército USA, recibiendo
entre otras muchas distinciones, un prestigioso “Honoris Causa”, por la
Universidad Católica de Pensilvania (Villanova
University). La lógica a la que se hace referencia, nace de la
importancia del ferrocarril como medio terrestre de transporte. Ya que a pesar de la
vulnerabilidad que presentan sus infraestructuras a todo acto de sabotaje
destructivo, debemos situarnos en los inicios y mediados del pasado siglo,
donde en el transporte terrestre de viajeros y mercancías de todo tipo,
representaba el 86% de los movimientos
realizados por kilómetro recorrido.
Solamente igualadas estas cifras, en algunos países europeos y áreas
específicas de la costa atlántica americana, por el transporte marítimo de
cabotaje.
En base a
la «Executive
Order 9082 Reorganizing the Army and the War Department» de 28 de febrero de 1942, el 31 de julio del mismo año, se crea con
base en Fort Eustis (VA), el « United
State Army Transportation Corps», quien paulatinamente y de
forma acelerada
pasa a desempeñar todas las funciones de apoyo logístico en lo concerniente al
transporte de personal y material, tanto por vía terrestre, marítima o aérea de
las fuerzas armadas de los EE.UU. de Norte América. Siendo con el cuerpo de
Intendencia y el de Armamento y Material el tercer cuerpo menos numeroso
de todo el ejército USA. Su lema o “moto” es ser «La punta de lanza de la logística». Con las
reorganizaciones experimentadas en base a la economía y racionalización de
medios por las distintas Armas y Cuerpos de la FF.AA. USA, en el año 2010
trasladada su base original a Fort Eustis en las inmediaciones de la base naval
de Newport News, en el propio estado de Virginia. Formando con la Base de la
Fuerza Aérea de Langley, la actual
Conjunta de Langley – Eustis.
Respuesta a un comentario vía “telefonada”.
ResponderEliminarAmigo y por titulación “colega” D. Pedro:
Una vez más caigo en el tópico de pediros que en vez de ir a lo cómodo, la “telefonada”, me escribáis, pues mal que les pese a algunos, en este mi blog, tienen cabida todas las opiniones, siempre que no sean las lisonjas que inmerecidamente, entre otros tú, me dedicais.
Como sois varios los “colegas” que en la “tertulia matinal” opináis que me olvidé de vuestra contribución profesional a la “tracción y al vapor en general” aclararos, que si hay algo que realmente sentí fue la “golfante” desaparición de La Maquinista Terrestre y Marítima y la no menos de B. & W. – Galindo, por otra golfería parecida.
Creedme los dos “Maquinista” y tú “B. & W.”, que no me olvidé de las 0.3.0T fabricadas al alimón por una y otra. Para mí y en el entorno en el que me movía en aquellos años de mi infancia y primera juventud, familiarmente conocidas como las "Bilbaínas" y las “Catalanas”. ¡Tiempos aquellos! Qué viejos somos los unos y el otro.
Como te anticipé y ahora repito, mi interés de siempre por el “USATC”, viene de que salvo sus proyectos, no fueron nunca tan repetidos numéricamente, ni alcanzaron la trascendencia y difusión de sus distintas “S”. Pues como los tres bien sabéis, los fabricantes europeos, incluidos los ingleses, se limitaron a suministrar unidades tractoras a nivel nacional o europeo y a las entonces colonias de que cada uno de los países disponían.
Admito todo tipo de comentarios aunque difieran de mi opinión. Única condición que se me hagan a través del presente.
Os reitero mi respeto hacia vosotros y por ambas compañías B. &. W. y Maquinista, no pudiendo sustraerme a repetir el disgusto que me produjo el dejarlas caer.