Mi cariño y profundo respeto por los USA y
en general por sus pobladores, cualquiera que de antiguo me conozca o haya
seguido el curso del presente blog, pudo haberlos observado, como asimismo
podría apreciar, que las pautas de conducta, que a través de mis personales
opiniones y de las vertidas por personas en algún momento de mi vida próximas a
ella y a esa vida a la que hago referencia, se distinguen perfectamente de las
formas y comportamientos personales de Mr. Donald Trump y su próximo entorno.
Actuaciones del uno y de los otros, que no entro a valorar y menos a juzgar,
aunque no coincidan con las mías.
Disculpen mi manifiesta ignorancia, pero mi
conocimiento de la “vida y milagros” de Mr. Trump eran sumamente escasos hasta
este “segundo asalto” político y su llegada a la Presidencia. Las personas que
me llevaron a mi querencia y consideración de los USA y de sus gentes, sí puedo
afirmar, difieren profundamente y en todos los sentidos de Mr. Trump y su “mundo”.
Pero aún se encuentran más lejos del “Buen Musulmán, al decir de su abuela y,
de la de las anchas espaldas de estibador portuario de la que se acompaña, que
a los caucasianos nos define como “blanquitos”; de la que debía de haber ganado
las elecciones, pero las perdió ante Mr. Trump; de su boy friend, marido o lo
que sea, el “mete mano a “fandangos ajenos” y a toda esa troupe de
“progresistas” afines a ellos, que para mi concepto no dejan de ser meros
“estulto pijo progres”, eso sí, “muy políticamente correctos o muy correctos políticamente”.
El orden de los factores no altera el producto, resultado: LA MÁS ABSOLUTA NADA”,
la mierda es algo físico y tangible, ellos NADA.
Siguiendo en el terreno personal y antes de llegar al político. Qué traten de
exigirle a Mr. Trump una moral y formas de comportamiento, que a poco que
tiremos de hemeroteca y profundicemos en ellas, vimos y observamos en su
predecesor: desde en funerales de estado a en bailes populares más o menos
folk, donde la de las “anchas espaldas”, quizás sabiendo lo que “tenía en casa”,
no podía disimular sus “cabreos”. Digo yo, sería por algo. Que sí las mujeres a
Mr. Trump “se lo dieron por la cara” o por la del Sr. Presidente que prestase
su faz en cada uno de los billetes que pagó por ello, allá él y ellas. Siempre
me parecerá y juzgaré peor lo mismo, conseguido por “la cara”, pero de un
presidente en ejercicio. Posiblemente de eso pueda hablar con conocimiento de
causa la esposa, girlfriend, “amiga con derecho a roce” o lo
que sea del “mete mano a fandangos ajenos”, quien llegado el caso tuvo la desfachatez
de contarnos mentiras en público sobre juegos sexuales, tan antiguos como el
propio mundo. ¡Hay que joderse…!
Que esos “estulto pijos progres” se escandalicen tanto de la vida
personal de Mr. Trump y no se escandalizasen en absoluto de la de su “ejemplo a
seguir” J. F. Kennedy (jódeeeer…, yo diría, no ejemplo… si no ejemplar…), no
deja de causarme sorpresa. Quizás sea que los pecados de entrepierna y/o
trasero, para mí, mientras sean cosa de dos, tres o de catorce, es su problema. Empiezan a ser escándalo,
cuando transcienden el ámbito de lo privado, teniendo siempre presente y muy
claro, que sí existen las prostitutas, es que existen clientes y clientas, que
de todo hay en la viña del Señor. Lo que pasa que lo de las clientas por obvias
razones de pudor o “putor - tortilloriferio”, suelen ser mucho más discretas,
tanto por parte de la prestadora, como de la prestataria.
Aclarado hasta donde puede ser razonable lo
personal, entro de lleno en lo político: no puedo negar ni niego, mi mayor afinidad
con el partido Republicano que con los Demócratas, o al menos con lo que fue e
hizo el “Manisero”, el “Mete mano a fandangos ajenos” y por supuesto el “Buen
Musulmán”, quien quizás ayudado por la impronta de ese premio tan “merecido” Nobel
de la Paz y la de los “blanquitos”, llevó al país a una situación de
intolerancia, que se manifiesta en las más elementales normas de convivencia. ¿Quién
me iba a decir a mí que las causas de discriminación religiosa, que llevaron a
la creación de la Universidad de Fordham en el Bronx neoyorquino, en 1841, se
iban a repetir en lo político, tras el paso del “tolerante” y “pacifico Nobel”
por la presidencia de los USA.? La “dictadura impuesta” por la “estulticia pijo
progre” de él y de su entorno, con eso de lo “políticamente correcto”, a
joderlo…, parasitaron y fagocitaron todo espacio hasta antes de ayer de
libertad, en lo social, económico y el mundo universitario, en otra hora abierto
al intercambio de ideas, conceptos y conocimientos.
Que al margen de aquellas posibles
humaredas, pedos y eructos que los antepasados
comunes de Mr. Trump y los míos pudiesen haber compartido en las cabernas, con el
horripilante y consiguiente efecto invernadero o “vividero” para el Mr. Al Gore
and Company, sí compartimos: la puesta en su sitio a los vividores europeos
miembros de la OTAN. El recordatorio a nuestro “amado líder”, para que dejase
de joder la marrana. El aviso al “Chinito” de que la colonización y auto
implantación de islas e islotes, no da derecho al establecimiento, ni de mares
territoriales, ni de zona contigua y por supuesto ni de zona económica
exclusiva. Que al futuro sultán de Turquía, le jodió el sultanato. Que la
actual Rusia del Zar Putín, mal que nos pese, cuanto primero pueda alinearse
con los USA y los USAS con ella, serán la garantía de la economía y paz mundial
frente al “sonriente chinito”. En síntesis, esto es lo que me hace defender a
Mr. Trump, mientras no cambie.
Hasta cierto punto entiendo, que como la
gran mayoría de detractores de Mr. Trump, tanto a un lado como al otro del
Atlántico, por pertenecer a ese distinguido club de los “estulto pijo progres”
o “pensamiento naif políticamente correcto”, en su propia ignorancia, no sepan
de lo “Punta Brava” que fue F. D. Roosevelt. De quien algunos y a estas alturas
ponen en duda su polio y piensan, malignamente, en un "sifilazo" galopante, de
los de campeonato, con afección a la medula espinal. Claro está, los campos de concentración
por “Punta Brava” organizados, fueron para los “Japos”, sin distinguir, niños,
mujeres o ancianos. Eso es historia, claro, historia demócrata.
Lo del “muro de contención” al Sur, como
elemento de separación entre México y USA, aunque lo sé y los tengo calculados
por un programa informático fiable, agradecería cualquier aclaración conducente
a reafirmarme en las características físicas y longitud en Kilómetros o Millas,
construidas por el “mete mano a fandangos ajenos”.
Como en todos los órdenes de la vida, tanto
el humano como el político, nos vemos obligados a recurrir a patrones o elementos
de comparación. Ignoro, amable “preguntante” o “preguntantes”, si les di
respuesta válida a su amable consulta. Por último decirle/s que muy
posiblemente consigan “tirar abajo” a Mr. Trump, pero que el mundo, sin él, va
a estar bastante más jodido, pues todo lo que se ve “coyoteando” a su
alrededor, no dejan de ser eso: “paniaguados funcionarios” aspirantes a seguir
comiendo del pesebre estatal, que lo de ellos. La corrección política y la “mamarria”.
Créanme que en todos los órdenes de la vida soy
más partidario de los que pagan los servicios que requieren, que de aquellos
otros que amparados en el cargo “mamonean” incluso en el sentido literal del
término, a costa de dicho cargo.
Capt. Willie
No hay comentarios:
Publicar un comentario