jueves, marzo 03, 2016

Estoy perdido… o simplemente desconcertado.


          Dado que las matemáticas, física y leyes de la mecánica no cambiaron y, que  los actuales adelantos técnicos se siguen basando en dichos principios. A estas alturas de mi vida, me encuentro con la cruda realidad, que mi formación técnica superior sigue ahí y es aceptable.

          Por el contrario, tristemente, veo que mor a lo que yo defino “buenismo, papanatismo o corrección política”, no me sucede lo mismo en la parte que se corresponde a mi formación humana: las experiencias acumulativas propias y las comunes a las de las colectividades a las que pertenecí, observo que en ciertos ámbitos están en entredicho.

        El pasado día 29 con motivo de la presentación online de una publicación, escrita por un teólogo, doctor en Estudios Islámicos y SJ, respondo a su amable invitación para que participe en ella. En esa mi participación le realice algunas preguntas de lo más elemental, al menos para mí, que no soy teólogo ni doctor en Estudios Islámicos, pero si licenciado en teología y filosofía, con una cierta experiencia de carácter catequético práctico y de convivencia (más exactamente de aguantador) en algunas comunidades musulmanas de Argelia,  Filipinas, Nigeria, Senegal, y Túnez, así como las imborrables de mis vivencias a través de la IOC (*1) Maronita en el complejo mosaico Libanes.

martes, marzo 01, 2016

Editorial a lo grande o bien a lo muy pequeño...


    En uno de mis anteriores escritos (viernes, diciembre 11, 2015) me planteaba la posibilidad de cerrar el presente blog, ya que consideraba que el fin para el que fue abierto no se hubiese cumplido. Un poco por seguir las peticiones ajenas y un mucho por poder expresar libremente mis personales ideas, continué con él. ¿Hice bien? ¿Hice mal no cerrándolo? La verdad, no lo sé.

    A través de éste, reanudé relaciones personales que sin estar en el olvido, estaban ahí en lo que podríamos definir como un “limbo”. Ignoro si en el plano emocional estaba preparado para enfrentarme a esa situación donde, me consta que con la mejor de las intenciones, personas de ambos ámbitos en los que me desarrollé, en vez de opinar sobre mis exposiciones o conjeturas, entraron con manifiesta alegría a “recuperar” la persona, en el entorno en el que me conocieron. Con el consiguiente inconveniente, que la actual persona, yo, soy el poso de la dualidad que en un momento dado unos y otros conocieron, trataron  y situaron.

jueves, febrero 25, 2016

La frustración va en aumento…


      Retrotrayéndonos en el tiempo y al resultado ya conocido de  la tercera votación de la CG (*1) XXXI. El P. P. Arrupe y el resto de los procuradores reunidos (266, incluyéndole a él) asisten  a la alocución que S.S. Pablo VI les dirige, donde, de forma clara  muestra su preocupación por la puesta al día de la iglesia post – conciliar, pidiéndoles exprofeso, que continuaran siendo “baluarte de la Iglesia y la religión en tiempos difíciles”. Que aunasen sus fuerzas y esfuerzos “para oponerse valientemente al ateísmo”.


      El “warning call”, viene a continuación: Al despedirse S.S. de los congregados les hace preguntas retóricas sobre “las extrañas y siniestras ideas de algunos” o sobre la “austera y viril obediencia”. Hay que tener presente, que S.S. Pablo VI, por haberse educado con la CJ y conocerla a priori, no sentía animosidad alguna contra ella.


       Pero a esas alturas el P. Paolo Dezza SJ ya hubiese mostrado el inicio de su frustración, que a corto plazo irá transformando en dudas y prevenciones papales.

lunes, febrero 15, 2016

De una efemérides… al inicio de una frustración…


     Volviendo al que fue el 28º prepósito de la Compañía P. P. Arrupe. Se hace preciso situarse en el entorno, en el contexto y  en el tiempo precedente inmediato  a su inicio como tal.

     En el convulso Japón prebélico de 1941. Por el simple hecho de ser extranjero y religioso católico, el día 8 de noviembre, como potencial espía, es detenido y encarcelado preventivamente en una prisión militar. En ella  vivió situaciones de total inseguridad y privaciones. A su salida el 12 de enero de 1942, declaró como conclusiones de su forzado encierro: “Aprendí la ciencia del silencio, de la soledad, la pobreza severa y austera, del diálogo interior con el huésped del alma – hospes animae –,  que  nunca se me ha mostrado más – dulcis –“. Asimismo mostraba su conmoción por la lealtad de los fieles de su parroquia, quienes arriesgando su propia libertad y seguridad, al anochecer del día de Nochebuena, se concentraron ante los muros del penal militar donde estaba recluido, para cantarle “Noche de Paz”.