Tras haber
sido reiteradas veces calificado de “rubio comunista agitador”, en “polaco”, por el hoy “Okupa de los
Altares”. Comprenderán mis amables lectores, que ya estoy curado de espantos y
al margen de “espantadas”, cuál fue su santificación y el actual cardenalato
del carrerista falsificador de su historial, estudioso de las ciencias exactas
y de otras menos exactas.
Allá
va la primera…
Mi
afinidad al PSOE (Partido Socialista Obrero Español) o lo que el Sr. Sánchez,
en compañía de otros necesarios para ello, hicieron y deshicieron, es la misma
que aquella que me puede aproximar al PP de la Ppona, del “gran vago”, de la
“saltimbanqui en neglillé” o de su homónima y enemiga, la “mis”. Tras las
aclaraciones pertinentes que preceden, paso a exponer algo, que a estas alturas
de mi vida no sé si me causa llanto o risa, pues no deja de ser tragicómico.