lunes, abril 24, 2017

De un pastor de ovejas… en una archidiócesis de lobos…

   En las próximas horas, a D. g. cumple años un muy querido amigo, y por mí, más respetado “Pastor de Ovejas”, de los de “frontera”, de aquellos que sin pensarlo dos veces, se tiran al monte por intrincado que este sea, a la busca de la “oveja perdida”, con independencia de que la descarriada sea “churra” o “merina”.
 
   La amistad a la que hago mención se inició de forma no fácil. A través de un entrañable amigo común, titular de una UPAP del mismo arciprestazgo, que previo acuerdo con el “mencionado” me facilito su número de “móvil”, traté insistentemente de localizarle para establecer una cita. Cuál no sería mi sorpresa, cuándo cada vez que le llamaba y conseguía que me contestase, el “interfecto” me decía encontrarse en un punto de la geografía nacional, a cual más distante. Lo que me llevó a la equivoca conclusión, de que por razón desconocida rehuía la cita que quería establecer.

   Cuando ya daba por “fallido” el contacto y tras garantizarme reiterativamente nuestro común amigo, la buena disposición hacia la petición que le pretendía realizar, un buen día del mes de mayo de 2009, recibo una llamada telefónica, donde el “viajero” me cita en la Casa Rectoral de la UPAP que regentaba.

jueves, abril 20, 2017

Una vez más me uno a vuestro dolor…

    Con cierta frecuencia, recuerdo el dicho de un excelente amigo y compañero,  ecuatoriano de pro, Pancho de la Torre, el que ante “situaciones sangrantes” propias de la pobreza endémica del área siempre me decía: “en casa del pobre, la alegría dura poco y cuando tiende la ropa llueve”.

    Hoy, otra vez, me tengo que referir a la muy querida “Gran Colombia” y tristemente por el mismo motivo que en la precedente  ocasión: el deslizamiento ocasionado por la inestabilidad del terreno, debido a las escorrentías superficiales, saturación del nivel freático y excesiva carga superficial de una ladera.

     Puede que en este mí país, que un día debió de ser madre amantísima y hoy hermana, en el dolor que la aflige por la tragedia sufrida en la ciudad de Manizales, capital departamental de Caldas, en plena estribación de la Cordillera Central de los Andes y vecina próxima del “Nevado del Ruiz” o “Mesa de Herveo”, de infausto recuerdo en aquel 13 de noviembre de 1985, en el que, en directo, el mundo, pudo contemplar la tragedia que asoló a  Armero (drama al que con cierta frecuencia suelo hacer referencia, al hablar de la mecánica del terreno y los efectos hidrológicos sobre la plasticidad ). No olvidando en ningún caso los del 3, 4 de diciembre del 2003 y el del 4, 5 de noviembre de 2011. Donde una vez más la “pobreza endémica” y la falta de recursos públicos, hizo su presencia, puede que azuzada por la naturaleza humana y/o los indeseados efectos de la “Niña”.

sábado, abril 15, 2017

Felices Pascuas de Resurrección

   Una vez más el misterio se cumplió. Él venció a la muerte. Quien en Él viva, vivirá eternamente.

   Felices pascuas a todos aquellos que estén en disposición de interiorizar el misterio al que hago referencia, con especial  presencia en mi ánimo, a los que por razones de su fe y firme creencia en Él, son perseguidos e incluso asesinados.

    Que esa , su Paz, se derrame sobre todos nosotros y que nosotros sepamos transmitirla a nuestros semejantes.
 
                          Capt. Willie

viernes, abril 14, 2017

Va de efemérides… y de “complejos civilistas…”


    Recientemente, al alcanzar la Academia General Militar (“La General”) la joven edad de ciento treinta y cinco (135) años, tenía previsto publicar una referencia a dicha efeméride, dejándola en mi “teclado”, ya que ante las “babayadas” (de babayu, sin sustancia, majadero) oídas y escuchadas con motivo de tan satisfactoria conmemoración, postergué ésta para calmar mi ánimo y no caer en el insulto y descalificación directa, a la que se hicieron acreedores una pareja de “majaderos, los cuales, como no se respetan a ellos mismos, se les hace imposible considerar aquello que signifique dignidad y honra colectiva. Aunque claro está, el cargo que ostentó uno de ellos y el que en la actualidad ostenta el otro, sí entrañan más obligaciones que las de percibir la soldada y/o retribución mensual, y consiguientes “gabelas”, a las que nunca, ni él uno ni el otro, renunciaron, y sí, llegado el caso, uno de ellos “se pasa de continuo alguno que otro pueblo”. ¡Que para eso paga el ídem! El Pueblo.