domingo, junio 04, 2017

¿Dónde empieza la capacidad virtual de desvirtuar los hechos tangibles…?

    Puede que la tangibilidad, en su calidad de tangible (del lat. Tangibĭlis), en su concepción de “real y no ilusorio”, sea un término, “que tomado al pie de la letra” solamente es aplicable a cosa física, de ahí que cuando algunos hablan de comportamientos humanos, sean estos de índole religioso – cultural o consiguiente tolerancia, eviten deliberadamente conceptos inteligibles, para enmascararlos en tópicos cargados con todo tipo de subterfugios y transformar una realidad cotidiana en una entelequia o ilusión de orden virtual.
 
     La vida que me tocó vivir y las vueltas y revueltas que ella me hizo dar, me aproximó en más ocasiones de las que tal vez quisiese, a vivir entre poblaciones musulmanas, chiíes, sunís alauitas, alawitas, drusos y en algunos casos salafistas. Curiosa, e independientemente de las afirmaciones que a continuación pueda verter, debo afirmar, que de muy antiguo poseo amigos de religión musulmana, algunos de los cuales, a través de los años, alcanzaron altas graduaciones militares en sus respectivos países.

domingo, mayo 28, 2017

El ofenderme, como el agradarme, es una potestad reservada a muy pocas personas…

        Una vez más me veo en la necesidad de dar respuesta a una clase de “necio”, rayano en el grado “superlativo” (disculpadme la redundancia), ignorancia crasa. No obstante, que entienda y disculpe, que en ciertos ambientes socio – culturales – domésticos, alcanzar el orden presbiteral, sea el acceder a un estatus entre académico – social – religioso que prestigia al ordenado y por extensión a su entorno familiar. 

        Ese “prestigio” y “respeto” desatado en su “ecosistema”, unido al estatus que el sacerdocio despierta en algunos ámbitos poblacionales y más exactamente, del medio parroquial en el que desarrolla sus teóricas labores eclesiales, lleva en la gran mayoría de los casos, a que personas con muy limitada cultura tangible (de cuantificable) se consideren a sí mismos la “repera limonera”. Esa “repera”, fruto obtenido, del injerto de un “background” plano o nulo, inexorablemente es el camino conducente al “engrandecimiento” por acción comparativa con el microcosmo del que proceden y se rodean.

lunes, mayo 22, 2017

Carta abierta a un excelente amigo - compañero y a los sobrevivientes a aquellos CRT de punteo, Rosas, Callejeros de hule, etc., etc….


          Con todos los respetos que su buen acreditado criterio siempre se hizo merecedor, y admitiendo la respetabilidad de la organización por Vd. propuesta, me vi en la obligación de retirarla, ya que a nivel personal no puedo solicitar colaboración económica ni apoyo moral, para nada que tenga entre sus objetivos, fines muy loables a priori, pero que puedan entrar en colisión con otros pareceres y sentires, de idéntica respetabilidad.

           La línea de este mi blog, es la que  es, y responde plenamente a mi forma de ser, actuar y pensar. Aunque “renegado” para algunos ignorantes “desconocedores interesados” de la realidad: soy católico apostólico y romano. No renuncio a mis orígenes y por educación – formación, lo que me une en lo cultural - social y afectivo al “mundo” judío, es algo congénito a mí. Recurriendo siempre y en todo caso a lo más hondo y profundo de mi fe, para poderme sustraer al “ojo  por ojo, diente por diente”. ¿A qué humano de a pie… no le sucede lo mismo?

martes, mayo 09, 2017

Si puedes colaborar hazlo… Sí así lo hicieses, desde el corazón… Él te lo recompensará con creces...

   Consciente de los criminales y terroríficos efectos de las minas antipersonales y sus secuelas, tanto en lo físico como en lo psíquico, y los estragos que las mismas pueden causar sobre la pobre, de por sí, economía de subsistencia en las zonas rurales de cualquier país y consecuentemente en esa querida tierra colombiana; donde el campesinado en alguna zonas determinadas tiene que vivir y convivir con el mal añadido de las mismas, me llevan a colgar el presente. Como respuesta al mismo desearía que Vd. estableciese el correspondiente enlace, que nos condujese a esa dirección de la entidad encargada de recopilar fondos destinados al auxilio directo de los damnificados por tales infernales artefactos.

    Lo más malo o aún peor, es que al ser la “insurgencia” un ejército no regular, en la gran mayoría de los casos, aunque se les “suponga” la mejor y buena voluntad del mundo – mundial (expresión de la que mi hermano Sil dice tener “copyright”, aunque benignamente me permite su uso), su colaboración con los esforzados y abnegados desactivadores del ejército y  policía nacional colombiana, resultará un tanto infructuosa. Ya que no dispondrán de cartografía exacta de su ubicación, teniendo que determinar la posición de cada una de ellas y tipo en particular sobre el “propio terreno”, con el consiguiente riesgo para la integridad física de los desactivadores.