Cualquiera de sus acepciones gramaticales es válida para mí, con especial énfasis en la tercera del “María Moliner”.
Por
segunda vez en este blog, recurro a la frase que a continuación reproduzco,
atribuida a D. Manuel Azaña, persona y personaje, al que salvo en su inicial
educación, son muchas más las cosas que nos separan ideológicamente, que
aquellas que nos puedan unir. No obstante a ello, a fuer de ser honrado conmigo
mismo, he de reconocer, que siguiendo el consejo de mi difunto padre (q.e.d),
leí y releí e incluso medité sobre su concepción de España y el pensamiento que
sobre ella trasluce en su bibliografía y frases. Frases, para mí, más de una
vez recurrentes, procurando poner a cada una de ellas en el contexto de su
“origen” y la oportunidad de las mismas.
“Vendría a
ser, sin duda, el pueblo catalán un personaje peregrinando por las rutas de la
historia en busca de un Canaán que él solo se ha prometido a sí mismo y que
nunca ha de encontrar.”
Posiblemente por haber bebido directamente de esa mezcla histórica –
mística, nunca folclórica, del concepto de religión del pueblo judío, mi
conocimiento de la historia, me lleva a interpretar la frase que encabeza este
paréntesis del presente escrito, con una inusitada profundidad. Profundidad
ésta, que no deja de sorprenderme, al observar, que personas a priori racionales,
dan muestra del mayor de los desatinos, cuando así mismos se auto engañan,
inventándose una historia que ni ellos mismos pueden “digerir”.