Nadie
que me conozca o sin conocerme y haya leído el presente blog, puede dudar del
cariño y respeto, que de antiguo siento y habitualmente manifiesto por el UK y sus
ciudadanos en general. Por sus instituciones, con especial apego a su Real
Armada y una muy cariñosa nostalgia a la hoy
desaparecida HMS “Thunderer”, establecimiento de formación técnico
–científica, que superaba con amplitud el mero ámbito de las fuerzas armadas,
entroncada y arraigada en el entonces entorno del Plymouth de inicios de la
década de los 90s.
Cuando hablo en general de sus ciudadanos,
exceptuó deliberadamente a algunos enanos en lo humano, que por su crónica
diarrea mental se hacen acreedores de mi mayor desprecio. Entre ellos, le
dedico especial mención al paria intelectual y anti semita, Jeremy Bernard
Corbyn, quien al margen de sus andanzas caribeñas en la Jamaica de “entonces”, donde
aparte de no hacer nada de aquella, y
menos aún a su regreso, continua “viviendo de su intensa actividad de no hacer
nada positivo” y enredarlo todo, unque sin poder negar, claro está, su ceguera
unidireccional, como bien demostró con el caso “Pinochet y su extradición.