Este execrable personaje, en la actualidad con más “recauchutados” en
su cuerpo que las ruedas secundarias de un camión. Dadas las “babayadas” que
desde hace muchos años, cada vez que abre su bocaza suelta, diríamos que solamente
hace bien, el conjugar los verbos regulares “coimear” y “zafar”. Negándome por
obvias razones de respeto, a utilizar el “mexicanear”, como sinónimo del
evidente fortunón “apandado” por la, en otra hora pobretona, eso sí tan
fachendosa y atorrante como lo es ahora.
Su
capacidad de conjugación del segundo de los verbos, el “zafar”, es el más claro
sinónimo de lo que es el Senado de esa república, con falsas ínfulas de país
civilizado y asentado en un estado de derecho. Cuando tamaño personaje,
consigue “zafarse” de dar con el conjunto de su “recauchutado body” en la celda
de una cárcel, como vulgar delincuente común que es, queda claro y aclarado que
estamos hablando de aquella “comparsa milagrera”, inaugurada por el “Pocho” y
la aspirante a marquesa o condesa vaticana, quien tras su “turné europea”, tuvo
que retornar a Bs.As. con un rosario, pero coste, que no el de su madre… como el
de la canción. “Sofisticadísimo” regalo, con el que se la quitó de encima Pio
XII, teniendo que soportar sus males humores y peores modales, él a la sazón
Domenico Tardini, Secretario de Estado.