Parece ser que de una vez por todas, la Iglesia
Católica Apostólica y romana (ICAR) va a dejarse de zarandajas y da señales de
tomar en serio la pederastia dentro del seno de la misma. Así y tras la
“cagada” del “Peronista” en su reciente visita a Chile, donde como siempre mal
acompañado y peor asesorado, se permitió la licencia de descalificar las
denuncias y a los agraviados de haber sufrido en su “propia carne” y lo que es
peor, en sus más íntimos sentimientos, la indignidad de la agresión y
consiguiente vergüenza de no poder exteriorizar el sufrimiento, que con
alevosía y carente de total respeto a la persona y caridad como concepto, estaban
padeciendo.
Cierto
que dentro de esa corte de “lameculos” (nunca mejor utilizado el término) del
que se supo rodear el “Peronista”, cuando alguien con la capacidad, peso
específico y acrisolada solvencia moral e intelectual, del cardenal Seán
Patrick O´Malley, realizó el correspondiente “pay attention”, los “buenos
lameculos”, licenciados vía “bolletino” y afines, trataron de correr el bulo de
que dicho “pay attention” era la lógica consecuencia de su resentimiento, por
no haber salido electo en el conclave de 2013. Este infundio, unido al propagado
por esos mismos “lame”, que en su día vieron en mi firme defensa de la posición
y postura adoptada por dicho cardenal, como un “hipotético pago” a su buena
disposición hacia el “mundo judío”, a través de su conocimiento del idioma.